lunes, noviembre 30, 2009

Viajes, viajes, viajes!!!

El viernes 20 de Noviembre a las 6 de la mañana salí rumbo al DF, llegué a las 9 de la mañana y al poco rato llegó la tía por mí; resulta que como parte de lo de la titulación tengo que hacer un trabajo de investigación y una propuesta para mejorar el sistema de recaudación fiscal en algún ayuntamiento municipal; y como la prima tiene contactos en Tlalnepantla se nos ocurrió que sería más fácil hacerlo en algún lugar en donde no tuvieran tanto recelo en dejar que me inmiscuyera en esos asuntos, y como yo no sé –no sabía- como llegar hasta allá, le pedí a la tía que me acompañara y ella aceptó. Pero oh bendita burocracia! resulta que al llegar allá me salieron con que el oficio que llevaba de la escuela no iba dirigido a la persona correcta y debía corregirlo, y por más que le expliqué a la tipa que me atendió que iba desde Morelia y tal, a ella eso le importó tanto como a mi me importa la vida inútil de Pito Pérez, y no pude hacer nada. Así que nos regresamos a la casa después de nuestro infructuoso viaje. La tía nos hizo de comer y como soy pésimo para eso de madrugar, después de comer me dio mucho sueño y me quedé dormido viendo la TV hasta que la prima llamó para avisar que ya casi iba a llegar y me levanté para ayudarle a la tía a poner la mesa y bajé a abrirle la cochera a la prima para que metiera el coche. Cenamos con la prima y nos sentamos a echar el chal, la tía nos hizo un cafecito y nos quedamos viendo la TV hasta la madrugada que nos subimos a dormir.

El sábado acompañé a la prima a un lugar al que tenía que ir y de regreso desayunamos en la casa, estábamos en eso cuando le llegaron visitas a la tía y la prima y yo nos salimos a dar una vuelta al tianguis; regresando del tianguis ya se habían ido las visitas y salimos rumbo a la casa de otra de las primas a donde tenían que pasar a recoger un celular, se suponía que sólo íbamos de paso pues teníamos muchas cosas que hacer, pero ya ahí se nos fue el tiempo platicando con la prima, su marido y jugando con su hijo y sus mascotas. Saliendo de ahí fuimos a comprar las cosas para la fiesta de cumpleaños de las hijas de unos compadres de una de las cuñadas, pues las niñas siempre vienen a las fiestas de los sobrinos y ahora que iba a ser el de ellas dijeron que querían la fiesta igual, y como ni nos gusta el mitote…
Terminando las compras regresamos a la casa, descansamos un ratito y me fui con la prima que tenía que ir a Coacalco a una de las plazas que administran a recoger unas cosas y me pidió que la acompañara; pero nos tocó mucho tráfico y apenas alcanzamos a regresar a tiempo para pasar por mi PP a la central. Pasamos por él y nos fuimos a la casa, como nadie había comido y vimos que ya estaban las quesadillas decidimos cenar antes de irnos. Después de cenar salimos hacia el tianguis navideño de la Venustiano Carranza, recorrimos todo el tianguis y vimos muchas cosas nuevas y muy padres, pero nada que nos robara el aliento y sólo compramos unas luces.

El domingo muy temprano nos fuimos a Xochimilco pues la prima tenia que ir a checar lo de unas Nochebuenas para sus plazas, mientras ella checaba sus asuntos nosotros recorrimos algunos invernaderos, algunas tiendas de artesanías y nos compramos una que otra cosilla. Desayunamos en el lugar y salimos rumbo al centro a comprar las luces navideñas, esas que anduvimos viendo la vez pasada, y como ya habíamos visto lo que queríamos no nos tardamos tanto en comprar. Regresamos a la casa tan cansados que todos nos quedamos dormidos y ya nos levantamos como a las 6 a comer y a preparar las cosas para irnos a la central. Llegamos a Celaya pasada la media noche y como siempre el cuñado ya estaba esperándonos en la central.
El miércoles 25 de noviembre me fui a Morelia, al fin se llegó el día en que hice mis últimos exámenes y cuando los terminé sentí que se me quitaba un peso de encima, como que no lo podía creer, mientras iba en el camión, mientras estaba haciendo mis exámenes pensaba esta es la última vez que voy a hacer esto y eso me emocionaba. Resulta también que lo del seminario no va a ser presencial, al menos no lo será para mí, pues llegué a un acuerdo con la directora y únicamente voy a hacer el trabajo que se tiene que entregar pero no tengo que ir cada fin de semana como me habían dicho. Después de los exámenes me fui a caminar por la ciudad aprovechando que el clima estaba bastante agradable, y que tenía que hacer tiempo para llegar a la cita que tenía. Pasé a visitar a la amiga con la que nos quedamos la vez pasada que fuimos a Morelia y me entregó unos regalitos para mi PP y para mí, y después me fui a ver a la señora que se encarga de administrar las casas de mis hermanas y le pedí que se encargara de la mía, según me dijo hay posibilidades de que la pueda rentar y espero que así sea, digo otra entrada de dinero, por pequeña que sea, a nadie le cae mal. Fue bastante extraño pues yo conocía a esta señora desde las primeras veces que iba a Morelia, cuando yo era un niño nada inocente y con mucha malicia, y fue nuestra vecina el tiempo que viví con mi hermana en Morelia; y siempre había tenido la impresión de que era una señora bastante estirada y pesada, pero estaba muy equivocado pues es una señora muy agradable, tanto que estuve casi dos horas en su casa platicando y ni cuenta me di del tiempo que había pasado, aparte me despertó la nostalgia pues me estuvo contando de mis hermanas, de mis sobrinas cuando eran niñas, me dijo que recordaba cuando mis papás iban de visita y que se acordaba de mi hermana y de mi las primeras veces que fuimos; total que salí de su casa con un nudo en la garganta y con el corazón estrujado, pues me hizo recordar otros tiempo, que si bien no fueron mejores, también fueron buenos.

El viernes pasado de nuevo me fui al DF, pedí en la escuela que me corrigieran el oficio y fui de nuevo a Tlalnepantla, esta vez la tia ya no acompañó pues me aprendí el caminito muy bien y pude llegar sólo. Al llegar fui a ver a la tipa de la vez pasada y le entregué el oficio corregido, me vio con su cara de burócrata, con su cara regordeta llena de migas de bolillo de la torta de tamal que se acababa de tragar, y me entregó un formato que tenía que llenar, lo llené, me pidió los demás documentos se los entregué, y cuando sentía que la burocracia no me había vencido esta vez, la maldita vieja me sale con que el Licenciado que tenía que autorizar mi solicitud había salido “en comisión”, que regresara el lunes para informarme si me la aceptaban o no, le dije que no podía regresar otra vez y me dio otra vez esa mirada, esa mirada de –y a mi qué?, mientras me sigan pagando por hacer estos desplantes y la tanda me alcance para dar los abonos de mis joyas de fantasía y mis perfumes piratas con olor a mujer barata, y para comprar mis “topers” para guardar los chilaquiles con arto cilantro que me traigo pa’ las tortas, a mi me vale lo que a ti te pase-. Me dio mucho coraje y salí de ahí con dolor de cabeza, harto de la forma en que funcionan las cosas en este país, y con unas ganas de esperar a la maldita gata con ínfulas de grandeza y atragantarla de tortas hasta que reventara. Llegando a la casa la tía me dio de comer y platicamos un rato, hasta que cada quien por su lado se fue a echar la siesta. Al rato me dijo que la acompañara por el pan y cuando regresamos iba llegando la prima, cenamos con ella y le conté lo que había pasado, y me dijo que me iba a poner en comunicación con otros de sus contactos, con los que tiene aquí en la ciudad, para ver si ellos si me pueden ayudar, total si me hacen dar muchas vueltas al menos están aquí y no tengo que viajar.
El sábado me regresé con la prima y la tía que tenían que venir a lo de la fiesta esta de las niñas, se supone que saldríamos a las 7 de la mañana, pero como la prima y yo compartimos el gusto por desvelarnos viendo TV, el viernes nos dormimos ya bastante tarde y el sábado a las 7 apenas nos estábamos despertando y mientras hacían las maletas y acomodábamos las cosas en el coche, salimos de allá casi a las 9 de la mañana, lo bueno es que la prima es una cafre y pasaditas las once de la mañana llegamos a la casa. La fiesta estuvo bastante divertida, nos trataron como reyes hubo mucha comida, muchos dulces, mucho pastel y a pesar de que no había tantos niños, como en las fiestas de los sobrinos, terminamos muy cansados y regresando a la casa todos caímos rendidos.

El domingo a las 6 de la mañana la prima, mi PP y yo fuimos a recoger al cuñado a su trabajo, regresando preparamos las cosas y despertamos a los demás y a las 7:30 salimos rumbo a Quiroga, el esposo de la cuñada si nos la cumplió y nos fuimos a Quiroga, pero como somos muchos y no cabemos todos en su camioneta, sólo se fueron ahí los que cupieron y los demás –la prima, la esposa del cuñado, mi PP, el cuñado y yo- nos fuimos en el coche de la prima. Llegando a Quiroga fuimos a desayunar a las carnitas y después empezamos el recorrido por el pueblo, primero recorrimos las tiendas y el mercado de artesanías y después empezamos con las compras, nos sorprendió que llenamos la cajuela del coche de la prima de cosas y no nos gastamos tanto, y nos podríamos haber gastado más pero como la prima y la tía se regresaba ese día al DF, y el cuñado tenía que trabajar en la noche ya no seguimos viendo más tiendas y nos regresamos. De regreso pasamos a comer a Salvatierra una carne asada muy buena, y de ahí ya no nos detuvimos hasta llegar a la casa.
Nos fue tan bien y nos divertimos tanto este viaje que ya estamos planeando otro para ahora que la prima venga de vacaciones en diciembre.

1 comentario:

Are!! x) dijo...

ay weeeeiii... nomas de leer me cansé, ya me imagino cómo quedaste tú jajajaja..

qué bueno que no soy tú, aunque bueno, no me he paseado igual =P


un abrazoooote!!=D