miércoles, marzo 11, 2009

weekend +

Llegué el sábado al medio día, la prima fue por mi a la central y nos fuimos a almorzar a la casa, habían comprado mixiotes y que bueno porque andaba de antojo. Parecía que ya me había salvado de ir a misa porque ya era tarde y no íbamos a alcanzar a estar listos todos, pero al final prefirieron esperarse aunque llegáramos un poco retrasados y si me la tuve que chutar, lo bueno es que no duró tanto; y es que fueron los tres años de la hija de un hijo de uno de los primos. Después de la misa nos fuimos al salón donde fue la fiesta, estaba bonito, chiquito pero bonito, nada más tenía un juego pero ese fue suficiente para que se entretuvieran los chiquillos que nos llevamos esta vez. La comida estuvo rica y sustanciosa, tanto que apenas y pude con el segundo tiempo. A las seis fuimos por él a la central y nos regresamos a la culminación de la fiesta; el papá de la niña se dedica al diseño y le hizo una piñata bastante original, lo malo es que se la acabaron en un dos por tres porque era de cartón demasiado delgado. La fiesta se acabó a las 8 pero en lo que nos despedimos de toda la parentela salimos como a las 8:30 y ya nos fuimos a la casa. Llegando dormimos a los niños y nos pusimos a jugar cartas; como a las 11 salimos a cenar porque él tenía antojo de tacos. Después de cenar nos regresamos a jugar y al chisme hasta la madrugada.

El domingo hicieron carne asada para almorzar, después de almorzar nos llevamos a los niños al parque para cansarlos, y si funcionó porque al menos a la princesa nos la regresamos casi dormida, y es que fue la primera vez que la llevamos al parque y de los columpios no se quería bajar. De regreso a la casa me sorprendieron con que me habían comprado un pastel para celebrar mi cumpleaños; riquísimo, era de chocolate, relleno de chocolate con cobertura de chocolate y decorado con chispas de chocolate. También me confesaron que el almuerzo había sido por el mismo motivo; ya se me había hecho raro que no hubiesen querido barbacoa como siempre, con todo y que el suegro también fue a almorzar con nosotros. Después de la partida del pastel y eso nos fuimos a la central a dejar a la suegra que se regresaba con los niños. Habíamos planeado pasar a ver la piñatas pero como ya era muy tarde sólo pasamos a la tintorería a recoger unos trajes que mandamos lavar y a comprar un regalo que él quería para una compañera de su trabajo que está a punto de ser mamá. Regresamos a la casa a descansar un ratito y a arreglarnos y casi a las 7 salimos rumbo al auditorio.

El lunes en la madrugada él se regreso a trabajar y yo me quedé allá, acompañé a la tía a unas cosas que tenía que hacer y después nos fuimos al centro a checar unas cosas que queremos comprar para el cumpleaños de la princesa que ya se acerca; aprovechando que estábamos por ahí pasamos a almorzar a los tacos esos que les pones de todo y están deliciosos. De regreso sólo me bañé y agarré mi mochila para irme a la central, ya me siento niño grande pues ya me fui completamente sólo en combi y metro de la casa a la central.
Llegué a Querétaro casi a las 8 de la noche y me fui a la plaza donde quedamos de vernos, al poco rato llegó el y nos fuimos a tomar un café, después caminamos un rato por otras plazas del centro que por cierto cada vez me gusta más, presiento que esa ciudad será próximamente mi nueva morada, ya veremos. Llegamos a Celaya poco antes de la media noche, el cuñado fue por nosotros y así se acabó mi fin de semana.

1 comentario:

Are!! x) dijo...

¬¬ te envidio, sabes?

jajajaja


un abrazote!!x)