Limpieza

Todo tiene un por qué, en esta vida nada pasa por que sí, no hay nada arbitrario, todas las cosas nos pasan para darnos una lección, para evitar que hagamos algo de lo que nos habríamos arrepentido después y aunque no lo veamos así, todo pasa para bien. Lo difícil, sobre todo a personas tan tercas y desesperadas como yo, es tener la paciencia y la sabiduría de buscar lo que tenemos que aprender y dejar de concentrarnos en nuestras quejas y reproches a Dios, la vida, el cosmos u lo que sea, por nuestra mala suerte y por la forma en que se ensañan con nosotros.

Ahora estoy cayendo en cuenta, y me ha llegado así de repente, como que al fin pude filtrar el ruido de mis pensamientos y empezar a pensar en tantas cosas en las que no me había dado el tiempo de pensar, en cosas que sé me ayudaran a mejora mi presente, a cerrar el ciclo y a cortar con esas cosas que vengo arrastrando desde mi niñez y que no me dejan ser del todo feliz y explotar al cien mis capacidades.

Para ello tengo que hablar de esas cosas, tengo que reconocer que me hicieron daño, tengo que sacarlas del cajón en donde las tengo guardadas, escondidas y tirarlas a la basura, sé que no me será fácil, sé que la mente me jugará trampas y me jugará trucos, me hará pensar que no está bien el hablar de esas cosas, que me criticarán, que no me verán igual, que no obtendré ningún beneficio, pero no me importa, lo único que me importa es ser feliz y haré lo que sea para lograr ese objetivo.