martes, enero 02, 2007

Recuento.

Este ha sido el mejor final e inicio de año de toda mi vida, aunque empezó con el pie izquierdo pues el sábado en la mañana mientras yo iba en el autobús camino a casa de su mamá, y él iba con su tía, prima y sobrinos al mismo destino; me avisó que habían tenido un accidente y que no iban a poder ir por mi a la central. Total que me tocó llegar a su casa solo por primera vez; y aunque al principio me sentí raro de llegar sólo y sin que él estuviese ahí, lo ví como un reto y pude llegar sin perderme, además mis nervios se acabaron cuando llegué a su casa y su mamá y hermanas me recibieron con la amabilidad de siempre.

Pero los nervios volverían cuando pasaban las horas y ellos no llegaban, volverían cuando nos dijeron que su tía estaba en el hospital y que el carro estaba destrozado, y yo en mi gran imaginación me lo imaginé, me lo imaginé tratando de ocultarnos la verdad por no preocuparnos, y me imaginé lo que pudo haber pasado, y me imaginé que sería mi vida sin él, y me imaginé, y me imaginé y me imaginé.
Afortunadamente no hubo daños mayores que lamentar y la tía, así como todos los demás pasajeros llegaron bien ya como a las seis de la tarde, y sólo entonces, sólo cuando lo vi bajarse de la camioneta, un poco asustado, un poco nervioso, pero bien, sólo entonces pude volver a respirar con normalidad. Nos pusimos a jugar juegos de mesa para distraer a sus sobrinos y así se nos acabó el día.

Al día siguiente nos levantamos tarde a desayunar y después nos arreglamos para ir a una comida a la que habían invitado a la familia, fuimos a comer y después nos fuimos con sus hermanos y prima de shopping a Querétaro; regresamos como a las 9 de la noche, jugamos un rato con toda la familia y así nos sorprendió el nuevo año. A las 12 de la noche brindamos y nos dimos el abrazo tradicional, salimos a dar la vuelta a la manzana con nuestras maletas y demás ridiculeces, después cenamos y luego nos quedamos en la fogata hasta las 4 de la mañana.

Ayer otra vez nos levantamos tarde a desayunar y después nos dedicamos a hacer las piñatas para el concurso que mi amorcito y yo organizamos, eso nos llevó todo el día y ya en la noche hicimos la votación y rompimos algunas piñatas con los niños. Después cenamos y nos fuimos a dormir.

La verdad me la pasé sensacional, me divertí tanto, y lo mejor de todo, es esa cosa rara que está pasando, ese sentimiento que a la vez me asusta, y es que como si no fuera suficiente el estar enamorado como un estúpido de él, ahora me estoy encariñando con la familia, y cada vez que vamos, como que el sentimiento se va haciendo mutuo y ahora ya me tratan como a uno más de ellos, ahora sus hermanos ya hablan de mi y me incluyen en las actividades como si fuera uno más de la familia, y eso me asusta, me asusta pues es tan bueno que podría acostumbrarme a ello.



1 comentario:

Anónimo dijo...

Mil felicitaciones por tanta felicidad!!!
Ojalá y que algún día me pase igual.
Al contrario de ti, esta es la Navidad y el fin de año que menos he disfrutado. Antes adoraba esta época y ahora me alegro de que ya se haya terminado.
Qué envidia (diría que de la buena, pero la envidía es envídia)
Saludos y muchos abrazos!!!