lunes, octubre 25, 2010

Ya no me dan miedo los payasos...no todos.

Es que estos payasos no son cualquier cosa, son divertidísimos. Me hicieron reír y divertirme como enano, quizá es ahí en donde se encuentra el secreto de su éxito, que hacen que uno recuerde que lo mejor de la vida son las cosas simples, que nos hacen volver a la época de nuestra infancia, a esa época de inocencia cuando nos podíamos reír a carcajada suelta por cualquier tontería, que nos podíamos divertir con cualquier cosa sin importar su precio o sin que nos preocupara que otro niño tuviera algo mejor que nosotros.

El show es relativamente simple, sólo son unos cuantos payasos haciendo payasadas, pero se ve que lo disfrutan y eso hace que uno también lo disfrute. Nos mojaron, nos llenaron de telarañas, nos emocionaron, nos hicieron soñar, utilizar la imaginación para ver un barco, un tiburón, un niño jugando con la luna, nos transportaron a lugares remotos sin movernos de nuestro asiento y a mi me hicieron reír como hace mucho no lo hacía nada.

Por un rato me volví a sentir niño, me volví a sentir como en aquellos tiempos cuando nos reuníamos con los amigos de la cuadra y lo importante era el juego, no el juguete.

Quedé encantado, fascinado y con ganas de repertir, de volver a verlos, de volver a sentirme tan bien, de olvidar las dificultades por un rato y divertirme sin pensar en nada más. Y lo de la nieve...WOW!!!

No hay comentarios.: