Este año también me hicieron una comida especial, me cantaron la mañanitas, me abrazaron, me compraron el pastel, me llamaron y mensajearon para felicitarme y todo el numerito...
Pero algo no se sintió igual, creo que fui yo, creo que ya no me está gustando esto de cumplir años, creo que me estoy dando cuenta de que algo sí cambia después de los treinta, sé que hay mucho camino aun por delante, o al menos eso quiero pensar, pero sé que entre más camine menos camino me quedará, y el que me lo recuerden no está nada padre.
Podría convertirme fácilmente en un amargado anti cumpleaños.
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