A toda acción...

Ayer me encontré con un correo que me produjo sentimientos encontrados, era de una amiga de la uni que me invita a su graduación el próximo sábado. Primero me dió gusto por ellos, porque empezamos juntos en esto y cuando estaba en Morelia y todavía iba a asesorías hicimos buenas migas con todos, aunque de los 30 que iniciamos sólo quedamos 6 y después se quedaron únicamente 3, mismos que se graduan ya el sábado. Después me dio tristeza porque el sábado es el cumpleaños de la Beba y no puedo ir a felicitarlos y a la fiesta; y después me puse todavía mucho más triste de pensar que si no hubiese tomado la decisión de posponer por un rato ese asunto, este próximo sábado yo también me estaría graduando junto a ellos.

Pero la almohada hizo su trabajo y hoy me levanté más animado, para empezar me espabilé y llamé a la escuela para dejar de posponer lo de los exámenes con los que tengo más de tres meses y no he ido a hacer, y ya quedé en que los haré en cuanto pase este asunto de la suspensión de clases; aparte de que acordé la forma en que vamos a trabajar desde el próximo mes y me cueste lo que me cueste, y aún en contra de mí mismo, me he hecho el firme propósito de que para diciembre ya debo de estar terminando las últimas materias.

Aparte ya me cansé de estarme lamentando de este asunto de no encontrar trabajo, total estoy haciendo todo lo que está en mis manos y no sé si sea cosa de la situación económica o qué, pero el caso es que he decidido cambiar mi actitud y dedicarme por el momento, de forma paralela, a echarle todas las ganas a esto de la escuela y si encuentro algo que padre y si no, ya llegará. Después de todo y por fortuna, casa, comida y uno que otro gusto extra no me falta, así como el apoyo de mi PP, al que le admiro su paciencia y el aguante, por que sé que no soy nada fácil y es verdad que a veces ni yo mismo me soporto.