Quizás

Y si, puede que sea eso, tal vez estoy empezando a tomar conciencia, a darme cuenta de que por mucho que me empeñe hay cosas que sucederán aunque yo no lo quiera, aunque me asusten, aunque crea que ignorándolas no sucederán. Pero no es así, tarde o temprano todos, yo incluido, nos moriremos y no nos llevaremos nada, todo lo que quisimos, todo lo que tuvimos, todo por lo que luchamos, todo, todo se quedará aquí.

Así que para que preocuparse? Para que afanarse en tener cada día más, en ser cada día más, materialmente hablando, si lo único que vale la pena de la vida es disfrutarla haciendo lo que nos da momentos de felicidad, repitiendo esas cosas que nos ponen una sonrisa en la cara y nos dan ese sentimiento tan grato de paz, de felicidad, de plenitud, momento que la mayoría de las veces es fugaz.

Para que limitarse, para que contenerse, para que sacrificarse por otros, para que cuidados extremos, para que precauciones exageradas, si tarde o temprano, hagamos lo que hagamos, nuestra preciada vida terminará extinguiéndose.

Y si, puede que sea eso, que empiezo a tener ante la muerte ya no una actitud de rebeldía en mal plan, de apatía y casi desprecio hacia la vida, todo lo contrario, ahora empiezo a valorarla, a darme cuenta de que mi mejor revancha, como dice Robbie, es vivir bien, disfrutando de todo lo que me gusta, aprovechando cada oportunidad que se me presenta de hacer lo que me place y dejando de preocuparme por las críticas, por los reproches y por un futuro que nadie me puede asegurar tendré.