lunes, marzo 30, 2009

What a tired weekend

El sábado a las 7 de la mañana salí rumbo al D.F., por primera vez me llevé yo solo a la princesa, que está por cumplir dos años, y a otra de las sobrinas de 6, porque la suegra se fue desde media semana y mi PP tenía que trabajar medio día. Y con eso de que tenemos que transbordar en Querétaro, por cuestiones de abonarle más puntos a nuestras tarjetas de viajero frecuente y porque increíblemente así sale muchísimo más barato que yéndose directo, el viaje es un poco más pesado.

Llegamos a las 11 de la mañana y poco después llegó la prima por nosotros, nos fuimos a desayunar a la casa y después de tomarnos también nuestro respectivo cafecito, me fui con la prima a dar una vuelta al tianguis para comprar algunas cosas que queríamos. Después nos regresamos a la casa a dormir un ratito porque todos estábamos igual de cansados, y yo más pues con eso de que iba acompañado no pude dormirme en el autobús.

A las 4 salimos rumbo a la casa de los otros tíos pues el cumpleaños del hijo de la otra prima ahora fue en su casa, estaba pensando que con este fue el tercer cumpleaños al que voy del niño, supongo que a eso se debe que ya también la otra parte de la familia, la del suegro, me trate con tanta confianza y me salude con tanta familiaridad. La fiesta estuvo bien, la comida rica y el payaso no tan payaso, obvio yo no me le acerqué. Eso si, estuvo mucho más cansada porque con eso de que mi PP se llevó al otro de los sobrinos, que tiene 2 años, tuvimos que andar detrás de ellos por toda la casa cuidando que no hicieran nada porque son tremendos y juntos no hay quien los detenga. Pues ya casi a las 11 de la noche todos estábamos rendidos y los niños todavía con tanta pila, así que casi a rastras nos los llevamos, pero a final de cuentas sirvió que se cansaran porque llegando a la casa se quedaron dormidos y nosotros nos salimos a las quesadillas, que ya extrañaba porque la vez pasada que estuvimos por allá no fuimos.

El domingo nos despertamos temprano y nos bajamos a ver a Chabelo con los niños, cuando se terminó nos tomamos un cafecito y nos fuimos a la calle. Fuimos a buscar la piñata para la fiesta de la beba, encontramos una de Minnie Mouse muy padre, y cuando ya nos habíamos decidido por esa nos enseñaron una de Micky que también nos gustó, y como no pudimos decidirnos por una y como es la beba, le compramos las dos. Después fuimos a checar los juguetes pero los niños se pusieron latosos y mejor nos regresamos a la casa, me imagino que me tocará ir después a comprar lo que faltó.
Regresando a la casa comimos y después nos fuimos a dar una vuelta para entretener a los niños, que estaban tan cansados que se quedaron dormidos y mejor nos regresamos a acostarlos, lo que fue contraproducente porque también nosotros nos quedamos dormidos. Ya como a las 4:30 que nos despertamos arreglamos las maletas y salimos rumbo a la central. Llegamos a las 8:30 y ya estaban esperándonos el cuñado y la esposa para llevarnos a la casa, y como no si nos llevamos a sus dos retoños.

Fue un fin de semana divertido pero muy cansado, eso de viajar con niños tan pequeños cansa bastante, pero a mí si me quedaron ganas de repetir la experiencia con todo y todo. Este fin de semana descubrí que si no pienso, si no analizo, si no razono tanto las cosas, soy capaz de disfrutarlas más, creo que eso haré de ahora en adelante.

1 comentario:

Are!! x) dijo...

y cito textualmente: "descubrí que si no pienso, si no analizo, si no razono tanto las cosas, soy capaz de disfrutarlas más"... y es cuando me doy cuenta que tienes la boca retacada de razón!! x)


...quiero ser como tú...