Game over

“Para que me curaste cuando estaba herido si hoy me dejas de nuevo con el corazón partido”

Ojala esta fuera una de esas tantas ocasiones en las que yo dije, él dijo, yo creí que él había dicho, él creyó que yo había dicho; ojala se tratara de un simple malentendido, ojala se pudiese arreglar hablando, pero ya no hay nada que hablar, ya no hay nada que decir, quizá solamente adiós.
Esta vez es diferente, lo sé, se siente diferente, esta vez no puedo terminar cediendo como en todas las ocasiones anteriores, esta vez eso no sería suficiente.
Hemos llegado a un punto en el que él quiere cosas muy diferentes a las que quiero yo, y yo quiero cosas muy diferentes a las que quiere él.
Me duele cabrón, pensé que iba a ser difícil pero nunca creí que tanto, y es que eran tantos sueños, tantas ilusiones, tantos planes, me duele lo que pudo ser y ya no será.
Sin embargo me quedo con las cosas buenas, con los momentos divertidos, con las cosas que compartimos, con el pedazo de vida que nos comimos juntos, me quedo con las vivencias, con los momentos amargos que pasamos juntos, me quedo con la experiencia, con el aprendizaje, me quedo con una gran lección.
Sé que se pondrá más difícil, sé que cuando supere la etapa del enojo, de la decepción, de la frustración y negación, me sentiré más mal, y quizá no le encuentre sentido a nada, quizá me sienta vacío otra vez, quizá me den ganas de nuevo de correr, de empezar de nuevo en otro lado, en algún lugar que no esté lleno de recuerdos, pero el que está lleno de recuerdos soy yo.
No, esta vez no lo negaré, esta vez no le pondré buena cara al mal tiempo, no pretenderé que todo está bien, está vez lo sufriré, lo viviré, lo lloraré, esperando que así pueda superarlo.
Gracias “A”, gracias por todo lo que me diste, para ti solo tengo buenos deseos, te deseo todo el éxito del mundo, te deseo que logres todo lo que te propongas, que alcances todas tus metas, que encuentres a alguien que te ame tanto como te ame (te amo) yo, pero sobre todo deseo que nunca te entregues, que nunca sientas por alguien lo que yo sentí por ti, que nunca ames a alguien al grado de sacrificarlo todo por él, o si lo haces, que te sea correspondido, que te sea agradecido, por que si no es así, te va a doler mucho, y yo no te deseo dolor.