jueves, octubre 29, 2020

Abriendo ciclos

Dicen los que saben que la vida es cíclica, dicen también que o nos renovamos o morimos; personalmente creo que da igual, cada día estamos más muertos.

En una de esas noches de insomnio haciendo mi actividad favorita, pensar y repensar las cosas, caí en cuenta de que los cambios en mi vida han sido cíclicos, sin proponérmelo:

1978: Nací 

1987: Nos mudamos del pueblo a la ciudad.

1997: Me mudé a Morelia.

2007: Me mudé a Guanajuato.

Estos cambios han venido con su respectiva carga de rupturas, de separaciones, de cambios de vida, de cambios de hábitos, de enterrar el pasado, y a algunas personas con él.

En el 2017 Me quedé esperando el cambio, creo que de alguna manera lo estuve buscando pero no sucedió. 

No sé si llamarlo madurez, o resignación, pero la estabilidad llegó a mi vida, la estabilidad laboral, personal, sentimental, familiar.

Hasta que llegó el 2020. Llevo meses encerrado, meses haciendo home office, meses en los cuales he pasado de la incredulidad, la expectativa, la incertidumbre, el miedo, la costumbre, la resignación y el hartazgo. 

Como pasa con casi todo, las cosas cuando se hacen porque se tienen que hacer pierden lo divertido, y esto de estar en casa, todo el día todo los días, ha resultado un tanto cuanto...frustrante. 

Tenía tiempo dándole vueltas a la idea de volver al BLOG, pero en serio, así como antes, creo que me hace falta escribir, sacar de mi cabeza esas ideas que rondan y rondan sin llegar a ningún lado, y como el psicólogo es bastante caro, quiero ver si el escribirlas trae el mismo resultado.

Así que aquí estoy, abriendo este ciclo, aprovechando el final del inicio de esta década, a ver hasta donde llegamos...


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