miércoles, febrero 10, 2010

A dieta

El fin de semana previo a mi viaje a Hermosillo nos fuimos al DF a nuestra noche de juegos de mesa con la prima que vive en Holanda y que viene sólo por esas fechas. Yo me fui el sábado en la mañana y me llevé al sobrino favorito, que es el consentido de la prima en cuestión y por lo tanto nos pidió que lo lleváramos con nosotros. La idea era irnos desde el viernes en la tarde pero ese día me fui a Morelia a recoger el escrito ese que necesito para lo del trabajo que tengo que hacer como parte de la titulación, trámite que por cierto hasta el día de hoy sigue estancado. Llegamos antes del medio día y la prima fue por nosotros a la central, estaba lloviendo y hacía un frío terrible. Llegamos a la casa y al poco rato llegó la prima con el resto de la familia, nos fuimos a almorzar/comer al tianguis pues la prima tenía antojo de tlacoyos de frijoles y como viene una vez al año ni modo de no complacerla verdad, aunque yo hubiese preferido mis quesadillas de camarón. En la tarde llegó mi PP y después de pasar por él a la central nos fuimos a casa de los otros tíos, la prima nos invitó de cenar y empezamos con nuestro cometido: los juegos de mesa. Aunque esta vez estuvimos sólo con el rummy, y con eso nos bastó para que nos diera la madrugada, pasadas las tres de la mañana nos fuimos a la casa y eso porque les avisaron que había fallecido la esposa de un primo de los tíos y la suegra, y decidieron que al día siguiente irían a hacer acto de presencia, que si no le seguimos al juego.

El domingo nos levantamos muy tarde y nos fuimos de compras, que es a donde quería llegar, fuimos a parque Lindavista y ahí nos alcanzaron la prima y la tía. Recorrimos muchas tiendas y sentí una frustración total porque ya mi PP se había hecho a la idea de que otra vez lo iba a desfalcar con el pretexto de aprovechar las rebajas de fin de temporada, y todo para que todo lo que me gustaba no me quedara y lo que me quedaba no me gustara. Que horror! Hasta ese día no me había importado ni preocupado mis kilos de más, pero ese día fue el colmo y desde entonces decidí que dejaría de estar en negación y me pondría a dieta u-r-g-e-n-t-e, y no por salud o esas insignificancias, sino para poder ponerme la ropa que me gusta y no pude comprar.

Me está costando trabajo contenerte y no abusar de la comida pero aún así ya empecé con la dieta y con mi pelea con la báscula, bueno la empecé de manera involuntaria estando de viaje pues allá no había mucho que comer, y no es porque escaseara el alimento, lo que pasa es que no habían esas cosas a las que estoy acostumbrado. Por lo mismo ya estoy empezando a ver los resultados y eso me anima a continuar, me emocioné el otro día al ver que ya le había bajado un orificio más al cinturón y que algunas camisas que ya no me quedaban ya las puedo usar si escondo la panza, y también me emocioné al ver que ya puedo esconder la panza!!. Pero lo que más me emocionó es que la prima, la tía y una de las cuñadas me dijeran que me veían más delgado y eso que apenas empiezo…

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