Bicho raro

Desde muy chico me supe diferente, no sabía bien en que radicaba la diferencia pero notaba que no pensaba, no sentía, no veía las cosas como los demás, esto me causaba conflictos y por mucho tiempo me estuve peleando conmigo mismo y me reprochaba el ser así, el que constantemente me sintiera fuera de lugar, sintiera que no pertenecía a ningún grupo, que no encajaba en ningún lado, que mi forma de pensar no era igual que la de los demás, que no pudiese sentirme "normal" y digo, no creo que fuese muy "normal" que a mis 10 años prefiriese ver las repeticiones de "Para Gente Grande" con Ricardo Rocha en lugar de las caricaturas los domingos.

Muchas veces me hice el firme propósito de cambiar, de que al siguiente día cuando despertara dejaría de ser tan serio, tan inseguro, dejaría de ser penoso, sonreiría y saludaría a toda persona, animal u forma de vida que me encontrara en el camino; cambiaría mis gustos , mis intereses, dejaría mi gusto por la lectura y empezaría a interesarme por los deportes, empezaría a jugar video juegos aunque no les encontrara nada de divertido, desarrollaría gustos que me permitieran tener algo en común con las personas que me rodeaban y con las que tenía que convivir por la escuela o el trabajo, creía que así sería más feliz, creía que así sería feliz. Y me dediqué a fingir, me convertí en un experto en fingir, en inventarme gustos que en realidad no tenía, intereses que no eran los míos, me convertí en este camaleón que se mimetiza con su entorno y se adapta a las circunstancias de los demás dejando a un lado mi esencia, mi circunstancia, mi persona.

Pero me he dado cuenta de que vivir así es desgastante, que ya no tengo las mismas energías para invertir en ello, que no vale la pena, que eso ya no me satisface. Estoy llegando a ese punto, al punto en que estoy dispuesto a vencer mis miedos, a dejar de ponerme trabas, a dejar de contenerme por el miedo que me da explotar al máximo todas mis capacidades, y es que mi mayor temor siempre ha sido el que si compruebo que soy capaz de muchas cosas, me vaya por el mal camino, por el lado negativo que siempre es el más fácil.

Nunca se me han podido olvidar esas palabras que me dijo la directora de la prepa, a la que le saqué canas verdes por mi rebeldía y porque no tenía nada que reprocharme pues mis calificaciones no podían ser mejores, "Tienes muchas capacidades, tienes la inteligencia suficiente para hacerte de los recursos necesarios para lograr todo lo que te propones, está en ti aprovechar esos recursos a tu favor o en tu contra, está en ti utilizar esa inteligencia para bien o para mal”.

Y es cierto, poco a poco tomo conciencia de mis capacidades, de mis recursos, poco a poco estoy perdiendo el miedo, me estoy perdiendo el miedo, se que está próximo el día en que me atreva, en que me anime a soltarme de las cadenas que yo mismo me puse para contenerme, está próximo el día en que empiece a confiar más en mi y en mi buen juicio, parece que finalmente estoy adquiriendo la madurez suficiente que me permitirá seguir por el buen camino, no por miedo como hasta ahora si no por decisión, porque hacer las cosas bien por miedo no tiene tanto mérito como hacer las cosas bien, teniendo la opción de hacerlas mal.