All by myself

Hoy estoy gris, así de gris como amaneció el cielo. Ya se terminó la incapacidad que estaba cubriendo mi adorado tormento en la ciudad y hoy partió de nuevo, esta vez lo mandaron a Tequisquiapan; por una parte está bien pues eso significa que esa será otra ciudad que conocer, así como las dos anteriores en las que ha estado, ahora que vaya a visitarlo. Pero por otra parte eso significa que de nuevo lo veré únicamente los fines de semana y que entre semana tendré que conformarme con los cientos de mensajes que intercambiamos. Y no basta, no es lo mismo, lo voy a extrañar cañón, pero así es la vida y mientras me queda una poca tendré que vivirla.

El sábado me fui de viaje relámpago al D.F., fue la primera vez que llegué solo, sin él, sin suegra, sin sobrinos; creí que sería un poco incómodo el pasar todo el día con la tía y la prima pero no fue así, me la pasé muy bien, hicimos las compras para la fiesta de la princesa el próximo sábado y chismeamos bastante a gusto, claro que el viaje fue muy cansado pues salí de aquí a las 7 de la mañana y regresé a las 11 de la noche. Lo mejor del viaje fue el constatar el afecto que ha surgido entre la familia y yo, y el darme cuenta de que ya soy parte de ella. Genial!