Time.

La persistencia de la Memoria.

Salvador Dali, 1931.

Este ha sido siempre uno de mis cuadros favoritos de uno de mis pintores favoritos; quizá se deba a mi obsesión con el tiempo, su transcurso y su relatividad.

Hoy estaba pensando precisamente en eso, en lo rápido que pasa el tiempo, en su persistencia, en su terquedad, en que no se detiene, por más que uno lo desee, por más que uno se aferre, el tiempo sigue su curso y todos lo tenemos en una cantidad limitada, lo que significa que algún día se nos acabará, algún día dejaremos de tener tiempo.

Mañana sábado 13 se cumplen 9 años de que me vine a vivir a esta ciudad, se puede decir que son 9 años desde que alcancé mi independencia, en todos los sentidos. La verdad siempre he sido un poco impulsivo, nunca me ha gustado mucho pensar las cosas que quiero hacer y es así como tomé una decisión tan importante en mi vida, la de dejar la comodidad del seno familiar y probar suerte por mi cuenta, sin embargo, creo que si me hubiese puesto a pensar lo que eso implicaba no lo habría hecho, habría elegido la comodidad sobre la incertidumbre. Es que no sé ni como me atreví, de donde saqué al valor para venirme a vivir a una ciudad en la que no conocía a nadie, como pude pensar que iba a conseguir trabajo si nunca lo había hecho, si tenía la experiencia de una papa, y pude haberme quedado como una papa, pude haberme quedado con el primer trabajo que encontré en el que lo único que necesitaba era, precisamente, ser una papa; pero no fue así, no lo pensé y lo dejé, lo dejé sin tener otra cosa segura, sin saber si podía encontrar algo mejor, lo cual afortunadamente si pasó. Estuve un buen tiempo en ese segundo trabajo hasta que me harté y lo volví a hacer, volví a dejar un trabajo que me daba lo suficiente para vivir, que me daba la oportunidad de obtener algunas cosas materiales a cambio de no hacer nada más, a cambio de estar ahí 6 días a la semana 8 horas al día. Y aquí estoy, con un trabajo que si bien no me da lo que me daba el anterior, económicamente hablando, me da la oportunidad de superarme, de aprender, de ser algo más.

No sé, no sé si sea el que soy demasiado impulsivo lo que me ha permitido hacer hasta el día de hoy casi todo lo que se me ha dado la gana, no sé si sea el hecho de no pensar tanto las cosas el que me ha permitido superar las adversidades, las cuales a veces yo mismo me provoco, el caso es que no me ha ido nada mal y eso es de reconocerse.

Por eso me gusta ser así, por eso es que no me arrepiento de ser impulsivo, pues muchas cosas las he logrado por eso, por mi testarudez, por mi terquedad, por la forma en que tomo algunas decisiones, y es que si lo pensara, y es que si lo hubiese pensado, no estaría ahora viviendo aquí, alejado de mi familia pero feliz; si lo hubiese pensado no tendría ahora este trabajo que tanto disfruto y que me ayuda a sentirme pleno y realizado; si lo hubiese pensado no habría buscado y encontrado la ayuda que necesitaba para aceptarme tal como soy; si lo hubiese pensado no le habría pedido a mi nene que se fuese a vivir conmigo a pocos meses de conocernos; si lo hubiese pensado no sería ahora tan feliz. Pero esto lo sé ahora, ahora que ha pasado el tiempo.

Cuando debo decir basta
Nunca espero a mañana
Aunque sepa que después
Me moriré de ganas

Es mi forma de ser
Es mi testarudez
Mas tengo que vivir
a mi manera…

Y me rebelo, Eros Ramazzotti.