lunes, agosto 14, 2006

Hoy en un día en el que debería de estar feliz.

Hoy estoy más enamorado que nunca y si no fuera por la estúpida depresión, que al fin me han diagnosticado, estaría feliz y contento saltando como una cabra.


El sábado, con la ayuda de unos alcoholes, nos sinceramos y hablamos de todo, hablamos de mis miedos, de mis impresiones, él me dio las suyas, le dije lo que pensaba, todo quedó aclarado y me di cuenta de que yo no soy tan perfecto como me creía, porque si bien él hace cosas que no me gustan y que no entiendo, yo también las hago y me ha aguantado mucho.

Lo mejor del caso es que me di cuenta de lo mucho que me ama y de que realmente quiere estar conmigo, y es cierto, hay cosas que tenemos que resolver, pero lo bueno es que los dos tenemos la voluntad de hacerlo y de no permitir que esto se acabe sin luchar antes por conservarlo.

También me di cuenta de que mi aburrimiento, mi apatía y mi desgano son consecuencia de una enfermedad y que no puedo confiar en este momento en mi juicio para tomar decisiones pues está un poco alterado y tiendo a ver todo de manera trágica, cosa que me tranquilizó aun más.

Hoy es un día de felicidad, si al menos pudiera ser feliz…

No hay comentarios.: