Creo que ya me he acostumbrado a lo bueno y por eso ya no me sabe igual, estoy empezando a perder el gusto por lo que tanto me gusta; me estoy comportando otra vez como ese niño caprichoso que hace rabietas por el juguete nuevo hasta que lo obtiene, y una vez que lo obtiene lo desecha y quiere algo más.
Dícen que los hijos únicos son egoístas, caprichosos, berrinchudos, obstinados, antisociales, que no saben compartir, que son envidiosos, egocéntricos y demás; lo irónico de mi caso es que teniendo taaaaantos hermanos, yo tenga todas esas "cualidades".
1 comentario:
Ups, creo que los hijos únicos no estamos en un muy buen concepto que digamos. Fama ganada a pulso, me supongo.
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