Mi mejor amigo y yo estábamos en clase en la prepa y escuchamos a la distancia
esta canción reproduciéndose en el salón de maestros; en ese tiempo no había
internet, youtube, celulares, no había forma de conseguir las canciones o la
información de las mismas como ahora. A ambos nos gustó tanto la canción que,
terminando la clase, los dos fuimos al salón de maestros y montamos guardia
hasta que se quedó vacío; mientras él vigilaba, yo entré y saqué de la grabadora
el cassette.
Esa misma tarde hice dos copias del cassette y al otro día le
entregué una copia a mi amigo y regresamos el otro a la sala de maestros. Así
conocí a The outfield, aunque hasta años después supe como se llamaban, y así es
como se convirtió en una de mis bandas favoritas, ese cassette estaba todo los
días en mi walkman. Ahora cada vez que escucho esta canción me transporto a ese
momento y mi mente se inunda de recuerdos, algunos de esos recuerdos se escurren
por mis ojos. Esa es la magia de la música de ese tiempo, y creo que es por eso
que, a pesar de los años, sigue vigente.
***Publiqué este comentario en Youtube, justo días antes de la muerte de Tony Lewis. No existen las coincidencias***
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