jueves, junio 26, 2008

Am I only dreaming???



Apenas la semana pasada estaba dando saltos de felicidad porque pude obtener boletos de primera fila para el concierto que va a dar Gloria Trevi en Querétaro, y es que aunque ya la vimos en el Palenque no es lo mismo que verla en un lugar cerrado, cómodo y sobre todo así de cerca. Y pues como parece que está todavía bastante lejano el día en el que finalmente se presente en el Auditorio Nacional, para aminorar la espera iremos a éste.

Cuando esa misma semana escuché en las noticias que Madonna estará en México, obviamente como buen desesperado-obsesivo-compulsivó me conecté de inmediato a la página de Ticketmaster y vi que los boletos salían a la venta el lunes. Así que el lunes a las 10:00 a.m. ya estaba en línea esperando que empezara la venta. En cuanto inició pedí mis boletos y la página de respuesta decía que tendría que esperar 15 minutos, bueno que son 15 minutos si he esperado 15 años; pero los 15 minutos se hicieron, 30, 40,60,80, y casi a la una de la tarde me apareció el mensaje de que no había boletos que coincidieran con mi solicitud y que lo intentara de nuevo, Puta madre! (ya había advertido que cuando me enojo digo muchas groserías). Lo volví a intentar pero esta vez la espera ya no fue tan larga, de inmediato me apareció el mensaje de que no había boletos disponibles en ese momento. Lo intenté e intenté e intenté con el mismo resultado, con una chingada! no podía creer q los boletos se hubieses agotado tan pronto, pero lo creí cuando lo dijeron en los programas de espectáculos y hasta con Adela Micha.
Ni modos, ahora a esperar al miércoles que salgan a la venta al público en general, pero si no alcancé los de la preventa, va a estar en aramero que alcance en la venta al público en general, a menos que pida refuerzos. Así que mi PP y yo le hablamos a la tía para que ella intentara comprarlos por teléfono, estando ella en el DF la llamada es local.

Ayer otra vez a las 10:30 ya estaba en línea y esperando, a las 11 apareció el formato para pedir los boletos, hice mi solicitud y obtuve el mismo resultado, Joder! Carajo!, lo volví a intentar y lo volví a intentar, y lo volví a intentar, y nada. Finalmente un último intento y ahora la espera se prolongó aún más, 15 minutos de espera, y al fin apareció la página para llenar los datos del tarjetahabiente, no vi ni la sección, ni la fila, ni el número de asientos, llené los datos tan pronto como pude pues estaba contra reloj, 2.30 minutos para llenarlos o se ponen a la venta los boletos de nuevo, lo logré, envíe la página y me llegó mi número de confirmación. Ya tengo boletos tambien para el concierto de Madonna!! Y hoy en la mañana me encuentro con que ya se agotaron. Que suerte tuve... Aunque podré celebrar a gusto hasta que tenga los boletos físicamente en la mano, pues como buen fatalista, siempre pienso lo peor.






lunes, junio 16, 2008

Big screen.



El sábado pasado nos dimos una escapada para ir al cine, fuimos a ver “Sex and the city: the movie”. La verdad es que era yo el que tenía muchas ganas de verla y mi PP, como se ha hecho costumbre últimamente, me invitó para complacerme.

Debo de reconocer que tenía mis dudas acerca de la película, pues había escuchado muchos comentarios de que no estaba buena, de que nada que ver con las serie, de que era un churro y el final era decepcionante, que era muy larga, que los conflictos eran tontos, que muchas escenas eras estúpidas, que había perdido su esencia, etc.

Pero como soy un fan de la serie, la he visto, la sigo viendo y espero verla muchas veces sin que llegue a aburrirme, pensé que no podía dejar de ver la película y crearme mi propia opinión; si realmente era un churro como decían ya me lamentaría después y si no lo era, estaría satisfecho con mi decisión.

La verdad es que fue una grata sorpresa que superó mis expectativas, la película me encantó, nada de lo que había escuchado me pareció cierto, la película es como el cierre perfecto para la serie, es muy divertida, yo no sentí que durara tanto, al contrario me quedé con ganas de más y ya no puedo esperar a que salga el DVD para comprarlo y completar con ella la colección de la serie. Es más hasta a mi PP que cuando mucho ha visto 5 capítulos de la serie le gustó.

Lo que también disfruté, fue el evocar los tiempos aquellos de tanto cine tan tarde, cuando íbamos mínimo una vez a la semana y siempre a la última función, porque de ésta salimos después de la una de la mañana. Lo que más extraño de vivir en “la gran ciudá” es el cine.

martes, junio 10, 2008

One more time.

El pasado domingo 1 de Junio a las 10:30 de la noche estaba en un autobús en la central del norte del D.F.; me acababa de despedir de mi PP que tenía que tomar otro autobús para irse al lugar en donde está trabajando ahora. El autobús partió y pude verlo desde la ventanilla parado en los andenes, cuando me vio me dijo, nos dijimos adiós.

Entonces empecé a tener esa sensación tan conocida: un hueco en el estómago, una opresión en el pecho y un nudo en la garganta. Nudo que se iba deshaciendo con cada lágrima que caía de mis ojos, pero esta vez no me contuve, esta vez me puse flojito, me dejé ir y empecé a llorar.

Pero no estaba triste, esta vez no me sentía mal, el llanto no me dolía, al contrario me aliviaba, se sentía bien. Tenía tantas cosas en la cabeza, sentía tantas cosas al haberlo visto ahí despedirse de mi, al recordar todas las cosas que vivimos e hicimos ese fin de semana, al voltear dentro del autobús y ver que iba rodeado de su familia, que ya se ha convertido en la mía, a mi lado venía uno de los sobrinos, en los asientos de adelante venían otros dos y en los de al lado venían la suegra con otro de los sobrinos y la más pequeña cargada en sus brazos.

Y me sentí tan contento, tan dichoso, tan afortunado, tan agradecido, que obedeciendo a un impulso le mandé un mensaje para decirle lo que estaba sintiendo, lo que estaba pensando, lo que me estaba pasando y su respuesta no hizo otra cosa más que hacerme sentir más feliz aún.

Y así, de pronto, de repente, me encontré llorando, otra vez, de felicidad, de gratitud, por todo lo que estoy viviendo, por el giro que han tomado las cosas, por todo lo que me está pasando y que yo me había hecho a la idea de que nunca me iba a pasar, por todo lo que tengo y creí que nunca iba a tener.

Y lo entendí, entendí la verdadera proporción de las cosas, y me di cuenta de que no es tan grave, que una mala racha no es el fin del mundo, entendí que es más lo que tengo que lo que me falta y que es mucho mejor lo que tengo que lo que deseo tener.

Y el llanto me tranquilizó, me hizo aterrizar, ver mi realidad y darme cuenta de que tengo muchos motivos para ser feliz, que tengo muchas cosas que agradecer, que tengo muchas cosas por las que me debería de relajar y empezar a disfrutarlas.

Y lo más importante, me di cuenta de que he tomado las decisiones correctas, que las cosas negativas, que los malos ratos, que todo, TODO, vale y ha valido la pena por el presente, por el hoy, por tener motivos para llorar de felicidad.